El hombre regresó entonces a su casa confiado en que iba a recibir pronto su traje nuevo.
Temprano, al día siguiente, un empleado de la sastrería acudió a su casa para entregarle la prenda que había encargado, dejando al hombre totalmente asombrado por la rapidez del servicio. Lo curioso es que el trabajador le dejó el traje nuevo con una gran sonrisa, pero sin pedirle nada a cambio. Alegre por tu traje, pero confundido por no haber tenido que pagar por él, el hombre decidió acudir a la tienda de manera inmediata.
Al llegar, lo atendió el mismo anciano amable que le había hecho las medidas la tarde anterior, el cual le dijo:
“¿Algún problema con su traje, señor?”.
“Ninguno, me queda espléndido. Solo he regresado porque, la verdad, me ha sorprendido que no me hayan cobrado absolutamente nada por él. ¿Es acaso eso normal?”.
El anciano, de manera muy educada, le respondió:
“Estimado señor, en esta casa consideramos que todos nuestros distinguidos clientes son perfectos caballeros, y sinceramente nos avergonzaríamos de pedirles el pago de sus prendas”.
“Pero ¿y si uno no les paga nunca?”, preguntó el hombre.
“Pues sencillo”, dijo el anciano. “Entonces esta persona deja de ser un caballero y ya no tenemos ningún problema en reclamarle el cobro por la vía que sea”.
El hombre pagó su traje y regresó a casa asombrado por lo que acababa de aprender.
Esta historia nos enseña a confiar en ciertas personas, pero también a actuar de manera correcta si alguna de ellas nos falla. Nos hace preguntarnos ¿Cuándo debemos confiar en el resto? Pues bien, confiar en alguien es creer que no nos fallará, no nos mentirá o actuará conforme a nuestros principios e ideales. Confías en alguien cuando, por ejemplo, le cuentas tus temores a pesar de que sabes que te puede juzgar. También demostramos confianza cuando le creemos a alguien que nos cuenta algo. Sin embargo, confiar no es una tarea sencilla, pero ¿Cuándo hacerlo? Pues la verdad es que la intuición humana es una gran herramienta a la hora de elegir a las personas que se merecen nuestra confianza y a las que no. Aprender a hacerle caso a nuestra intuición nos hará ahorrarnos momentos de amargura y decepción.
No pretendas que todo el mundo se comporte contigo como tú lo haces con ellos. En todos los aspectos de la vida siempre habrá gente que te fallará y te decepcionará, dándote la espalda o negándote ayuda. Es obligación tuya saber esto y estar preparado para las desilusiones que te darán. Pero jamás permitas que ese tipo de personas contamine tu corazón ni haga que dejes de creer en la gente, ya que sí existen las personas que valoran la confianza que les das y son merecedoras de tu confianza. Aprende a mirar los corazones de la gente, a conocerlos mejor, a rodearte de personas que valoren tu amistad y tu confianza, para que así logres evitarte malos ratos y decepciones innecesarias. Ahora que lo sabes, ve y comparte esto con alguien a quien quieras decirle que valoras su confianza.
Aquí te dejo estos cursos a los que puedes acceder para seguir educándote!!
https://hotm.art/12Formas_TittoG
https://hotm.art/DeCeroaSpeaker_TittoG
https://hotm.art/Instagram3
https://hotm.art/PowerSales_TittoG
https://hotm.art/Pack5Cursos