Ningún éxito empresarial justifica un fracaso familiar
Hace 60 años Raúl llego desde la sierra norteña, al desierto rocoso de aquel asentamiento humano en el sur de Lima.
Hace 60 años Raúl llego desde la sierra norteña, al desierto rocoso de aquel asentamiento humano en el sur de Lima.
En el cumpleaños número 55 de Don Leonardo, dueño de una firma en expansión por Latinoamérica, el empresario mostró a sus invitados, como lograba crear nuevas fórmulas exitosas de negocio:
Pensar demasiado pequeño causa inactividad. Sus objetivos no lo inspiran porque son demasiado pequeños. Pensar demasiado grande también causa parálisis. Luego pierde la descripción general. Su objetivo se vuelve inalcanzable. El equilibrio está en el medio y es fácil de encontrar.
Con un objetivo, obtiene más control sobre su vida. Asegura que crezca en la dirección de sus sueños. Toma el asunto en sus propias manos.