Bueno, a Leonardo da Vinci le tomó 4 años terminar la Gioconda o Mona Lisa. La extraordinaria obra suprema del gran artista plástico, escultor e inventor, fue terminada muy probablemente en el año 1511, y vendida por primera vez al rey Francisco I de Francia en el año 1517. Desde entonces es propiedad del estado francés.
El retrato de Lisa Gherardini, fue a parar en primera instancia, ¡al baño del rey!
Así como lo oyes, no es una historia apócrifa, es oficial. Lo que no se sabe a ciencia cierta, es la cantidad de tiempo que estuvo allí, observando silenciosamente los sucesos que toda habitación como esa, suele albergar. Pero algunos cronistas sostienen, que pudieron ser años.
A la muerte del rey Francisco I, 30 años después, la pintura se hospedó en el palacio de Fontainebleau, luego a Paris y luego a Versalles. Cuando estalló la Revolución Francesa, fue derivada al museo de Louvre.
Todos podemos entender, sin necesidad de ser expertos o amantes del arte, lo valioso de esta joya del óleo, ya que hablar de Leonardo da Vinci, es hablar de un gigante.
Pero, ¿se imaginan una obra tasada en este mismo instante en 830 millones de dólares, colgada por años en la pared de un baño?
Increíble pero cierto.
Luego la Gioconda fue de museo en museo, siendo admirada por millones de personas, robada en 1911, recuperada dos años después, fue compañera de habitación de Napoleón, imagínense, la historia la hace cada vez más rica y famosa.
Pero yo te quiero dar a entender en este video, que al igual que la Gioconda, es probable que te encuentres viviendo en un lugar que no es el correcto para ti. Es posible que no seas apreciado(a), en donde estas HOY. Quizá pienses que ese empleo o la condición en la que te encuentres, es tu destino. Créeme, ¿Qué tan productiva sería la Mona Lisa en un baño?, pues ella para ser apreciada, tuvo que moverse.
Las personas pueden pasar todos sus años de vida en el mismo lugar, sin obtener cambios verdaderos. Porque tienen miedo a explorar nuevas oportunidades.
Una vez me topé con un taxista que me dijo:
– “¿Qué quiere que haga señor? A mí me tocó ser taxista, esta es mi vida, aquí moriré manejando”
Cada vez que escucho de los labios de alguien, pronunciar estas frases de fracaso, no hago más que acordarme de la Mona Lisa y su sonrisa de burla por el comentario.
Todos somos valiosos, pero para triunfar, debemos movernos de donde nos encontramos.
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